El día 23 de junio de 2015 se ha
convertido para la historia reciente de nuestro país en una fecha histórica
crucial. La razón, –creo que todas y todos la aceptamos sin ponerla en duda– en
ese memorable día se abrió la puerta a la evolución de la democracia, a una ola
fuerte y pujante en favor del ciudadano; se constituyó e instaló el Sistema
Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (SNT).
Lo cierto es que ese día solo es
un punto de partida, la salida de un gran e importante camino por recorrer, con
muchas tareas, retos y objetivos por delante; y uno de ellos es nada menos que
la elaboración del Reglamento de
operación y funcionamiento del SNT, fundamental para darle vida y operatividad.
En este instrumento jurídico se pondrán las bases por las que se va a regir el Sistema.
Debo confesar que en la primera sesión del Consejo Nacional del SNT nos fue
entregado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y
Protección de Datos Personales (INAI) un primer borrador, con la encomienda de
revisarlo, hacerle observaciones y proponer cambios si así lo consideramos
todos y cada uno de los integrantes del Consejo Nacional, del cual ya se ocupó
en otro artículo anterior mi compañera en el IVAI, la consejera Yolli García
Alvarez.
Sobre este proyecto debemos trabajar a marchas forzadas, porque el plazo
que tenemos para estudiarlo y analizarlo es breve, así lo dispusieron los
amigos del INAI, siendo que en realidad, de conformidad con los artículos
transitorios de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información
Pública, tenemos un año a partir de que entró en vigor la Ley General para que
se emita la normatividad necesaria para su funcionamiento, es decir, tenemos
como fecha límite el 5 de mayo del año entrante, esto claro, salvo mejor
opinión.
Lo importante es que ya estamos comprometidos a cumplir los tiempos y las
formas, pero hay algo que en el Instituto Veracruzano de Acceso a la
Información nos interesa y nos importa mucho, que este reglamento no se haga en
lo oscurito sino todo lo contrario, que se haga en público, en abierto, y sobre
todo con la colaboración y participación ciudadana efectiva.
Queremos que una ciudadanía intensamente activa se ocupe de conocer y
proponer sobre el Reglamento lo que considere conveniente, ya que no deben
perder de vista que el Sistema tiene como finalidad coordinar y evaluar
las acciones relativas a la política pública transversal de transparencia,
acceso a la información y protección de datos personales, así como establecer e
implementar los criterios y lineamientos, de conformidad con lo señalado en la
Ley General.
Esto, con el propósito de contribuir
a la generación de información de calidad, a la su gestión de la información,
al y procesamiento de la misma como un medio para facilitar el conocimiento y
evaluación de la gestión pública, la promoción del derecho de acceso a la
información y la difusión de una cultura de la transparencia y su
accesibilidad, así como a una fiscalización y rendición de cuentas efectivas;
temas que nos interesan a todos.
Por tales importantes razones, este breve artículo lleva como intensión dar
a conocer a la sociedad en general que la invitamos a reflexionar con nosotros
y nos ayude a conseguir un instrumento reglamentario que de verdad sirva, que garantice
el federalismo y la toma de decisiones en favor de los ciudadanos la sociedad, que
permita a todas y a todos el opinar e incidir en la formulación de lineamientos,
instrumentos, objetivos, indicadores, metas, estrategias, códigos de buenas
prácticas, modelos y políticas integrales, sistemáticas, continuas y evaluables.
Que su participación nos permita implementar
acciones para garantizar condiciones de accesibilidad para que los grupos
vulnerables puedan ejercer, en igualdad de condiciones, el derecho de acceso a
la información; diseñar e implementar políticas en materia de generación,
actualización, organización, clasificación, publicación, difusión, conservación
y accesibilidad de la información pública de conformidad con la normatividad
aplicable; promover la participación ciudadana a través de mecanismos eficaces
en la planeación, implementación y evaluación de políticas en la materia, así
como establecer programas de profesionalización, entre otros.
Sin duda, unas buenas reglas de
operación garantizarán que estos deberes se realicen con orden y transparencia,
de ahí la importancia de que todos participemos en la elaboración del
reglamento que regirá la vida del Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a
la Información y Protección de Datos Personales.
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